Presupuestos Municipales
y Remanente
La gestión municipal permite movilizar 22 millones en cuatro años para las inversiones municipales
La gestión del equipo de gobierno socialista encabezado por la alcaldesa Carmen Arbesú permitió movilizar 22 millones de euros procedentes de los recursos municipales para destinarlos a inversiones durante el actual mandato. El talante negociador de un ejecutivo en minoría, el trabajo de las áreas económicas del Ayuntamiento para elaborar los proyectos y la capacidad de gestión de las diversas concejalías permitieron aprobar cuatro presupuestos –uno en cada año del mandato– y acordar el uso de tres remanentes de tesorería. Por la vía de los presupuestos llegaron cinco millones para financiar nuevas obras y actuaciones, mientras que los remanentes aportaron los 17 millones restantes.
El gran esfuerzo inversor de esta legislatura llegó en un contexto difícil a causa de la caída dede ingresos por motivos ajenos al Ayuntamiento. La capacidad de recaudación por la vía fiscal se vio mermada por un motivo permanente y por otro circunstancial. El cede de la actividad en la central térmica de Lada y el cierre de las instalaciones a consecuencia del proceso de descarbonización de la economía privó a las arcas municipales de unos 800.000 euros al año por la vía de los impuestos. Además, para combatir las consecuencias económicas y sociales de la pandemia de covid, el equipo de gobierno puso en marcha toda una serie de exenciones y bonificaciones fiscales para aliviar la carga impositiva sobre las pymes locales de los sectores del comercio, la hostelería y los servicios que se vieron obligadas a interrumpir su actividad en cumplimiento de los cierres ordenados por las autoridades sanitarias. Por ese lado, aunque de manera transitoria, también sufrieron los ingresos municipales.
«En un contexto con enormes dificultades y ante el reto sin precedentes que supuso la pandemia, a base de mucho trabajo y con dedicación, sacamos adelante unas cuentas que nos han permitido sacar al concejo de la postración en que lo dejó sumido el anterior equipo de gobierno. Había áreas de actuación completamente abandonadas y muchas zonas del concejo necesitan mucho más que un lavado de cara. Necesitan mejoras permanentes y creo que estamos sentando las bases para que las consigan. Queda mucho por hacer, pero hemos recuperado la iniciativa y hemos salido del conformismo y la indiferencia que veíamos antes», señala la alcaldesa.
En un contexto con enormes dificultades y ante el reto sin precedentes que supuso la pandemia, a base de mucho trabajo y con dedicación, sacamos adelante unas cuentas que nos han permitido sacar al concejo de la postración en que lo dejó sumido el anterior equipo de gobierno
El uso de todo ese dinero destinado a inversiones permitió, en primer lugar, amortizar deuda para sanear la situación financiera del Ayuntamiento. A partir de ahí, el terreno quedó libre para actuar allá donde de mandaba la ciudadanía y en los aspectos que más habían quedado a la zaga en la época anterior. Las diferentes partidas han permitido acometer: la renovación de los parques infantiles por todo el concejo; planes de urbanización y asfaltados tanto en el centro de los distritos de Sama y La Felguera como en caminos rurales; las reformas de la plaza de abastos de La Felguera y de las Escuelas Dorado, la Casa Consistorial y el edificio Casa Cuca en Sama; mejoras en los cementerios, en especial los de Lada, Sama y Ciañu.
Las infraestructuras dedicadas al deporte recibieron una atención especial con la renovación de los aparatos en los gimnasios de los polideportivos de La Felguera y Riaño, la renovación del césped artificial del campo de fútbol municipal Ciañu y de los vestuarios en el campo de Lada; la reparación de la pista finlandesa de Los Llerones y de la bolera de Riaño; y una enorme puesta al día del complejo polideportivo, donde se está construyendo una nueva zona de tecnificación, renovando el parquet de la cancha de siempre e introduciendo mejoras en las piscinas al aire libre antes de la temporada estival de baños.
Tampoco se descuidaron los sucesivos planes de derribos para acometer las demoliciones de inmuebles abandonados o en ruinas que son focos de suciedad y falta de estética en la trama urbana. Al mismo tiempo se han puesto en marcha dos planes de intervenciones artísticas que permiten a jóvenes artistas urbanos plasmar sus creaciones en zonas seleccionadas de Langreo y un plan de fachadas que permitirá financiar actuaciones en los inmuebles cuyos propietarios lo soliciten al Ayuntamiento.
El concejo de Langreo se está moviendo y el equipo de gobiernodesea aprovechar ese impulso. «Es un momento de oportunidades después de tantas reconversiones y me preocupa hacer todo lo necesario para aprovecharlo bien. Esta vez tenemos que aprovechar todas las posibilidades en vez de lamentarnos por dejarlas pasar», resume la alcaldesa.
Un esfuerzo compartido para dejar atrás la pandemia
Con presupuestos municipales que superan los 30 millones de euros, el Ayuntamiento de Langreo aprobó en los últimos años algunas de sus cuentas más elevadas de toda la etapa democrática y recuperó niveles económicos que no se habían visto en buena parte de la década anterior. El consistorio volvió a alcanzar niveles similares a los anteriores a la crisis financiera y ha reducido su periodo medio de pago a los proveedores hasta un plazo de alrededor de diez días, lo que cumple con creces el objetivo legal para las administraciones locales.
Con esa situación general, el Ayuntamiento fue capaz de sobreponerse a la pérdida de los ingresos fiscales procedentes de los impuestos sobre la actividad de la central térmica de Lada, que suponían casi 800.000 euros al año y se secaron con el cierre de las instalaciones. Y tuvo margen para dar un vuelco al presupuesto del año 2020 cuando la pandemia golpeó en el mes de marzo y para preparar otro presupuesto en 2021 orientado a paliar los efectos del confinamiento y los parones forzosos a la actividad derivados de las decisiones de las autoridades sanitarias.
El equipo de gobierno, por la vía de las modificaciones de crédito, puso ya a mediados de 2020 hasta 840.000 euros a disposición de los negocios (en especial, las pymes del sector servicios y las dedicadas al comercio y la hostelería) que se vieron obligados a echar el cierre. A lo largo de ese ejercicio y del siguiente, el Ayuntamiento permitió a las terrazas hosteleras funcionar sin pagar licencia y ganar espacio adicional para adaptarse a la separación necesaria en cumplimiento de la normativa anticovid.
Al elaborar las ordenanzas fiscales para el año siguiente, el equipo de gobierno tuvo en cuenta la situación e introdujo exenciones y bonificaciones para los negocios en los recibos de la factura y el agua, además de repartirse 450.000 euros en ayudas directas a hosteleros y comerciantes.
Además, el Ayuntamiento puso en marcha una línea de ayudas a familias afectadas por los ERTEs consistente en unas tarjetas monedero cargadas con un saldo para su uso en compras en el comercio y la hostelería local. Se repartieron 350.000 euros con un efecto espejo, pues se gastaron en el tejido comercial local, entre los 140 establecimientos que se adhirieron a la iniciativa y decidieron admitir la tarjeta como medio de pago.
Las ordenanzas fiscales, además, contemplaron durante esta legislatura otro tipo de bonificaciones dirigidas a las empresas aunque sin relación con la pandemia. De esta manera, el equipo de gobierno impulsó la rebaja del IBI a los inmuebles de uso industrial y puso en marcha un descuento del 50% durante tres años a las firmas que instalen paneles solares y contribuyan así a la expansión de las energías renovables.