Entrevista con la alcaldesa
Carmen Arbesú

«Con el PSOE, Langreo superó la parálisis
y dejó de buscar enfrentamientos con otras administraciones»

«Tenemos que aprovechar esta oleada de fondos europeos y nacionales para dar un impulso a Langreo que transforme de verdad al concejo para el futuro»

¿Cómo encontró Langreo al comienzo de su mandato y cómo queda el concejo ahora que de nuevo se acercan las elecciones?

Creo que está muy claro que revitalizamos el concejo en estos cuatro años. A pesar de un condicionante nunca visto antes, del obstáculo enorme que supusieron la pandemia y sus consecuencias en forma de restricciones a la libertad y crisis económica, mi equipo de gobierno y yo podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que presentaremos a los votantes en mayo un concejo en mejor estado que el que recibimos en 2019. Este es un momento de efervescencia, con fondos nacionales y mineros en abundancia. Tenemos que aprovechar esa ola para dar un impulso a Langreo que transforme de verdad el concejo para el futuro.

  ¿En qué aspectos cree que se notarán más esas diferencias?

Sin duda, en algo tan visible como el estado general de conservación del municipio. El anterior equipo de gobierno, el de la coalición de otros partidos perdedores en las elecciones de 2015, abdicó sin más de sus responsabilidades en el mantenimiento de las vías públicas y de ciertas instalaciones de titularidad municipal, como los cementerios o los colegios públicos. A su bajísima tasa de ejecución presupuestaria me remito. Con ellos Langreo, como sus presupuestos, se contrajo, fue a menos. Nosotros, en cambio, hemos conseguido encontrar socios con los que aprobar cuatro presupuestos, uno por cada año del mandato, y buscar inversiones para tres remanentes de la tesorería municipal. En total, movilizamos recursos por valor de 22 millones de euros. Con ellos hemos empezado a dar un
vuelco a Langreo. Es un impulso que necesitará continuidad en los próximos años, por supuesto. Pero quedan sentadas las bases.

¿Qué obras destacaría?

Las hay muy evidentes, están a la vista de los vecinos por todos los distritos. Hemos asfaltado calles en los distritos urbanos y carreteras y caminos rurales que estaban abandonados. Se han acometido reformas importantes en equipamientos públicos que lo necesitaban, como las Escuelas Dorado y la Casa Consistorial, en Sama, o la plaza de abastos de La Felguera. La reforma de la plaza Merediz moderniza mucho su imagen. Modernizar, en general, el urbanismo es lo que hemos hecho con las peatonalizaciones juntos a los parques Dorado y Pinín, o en el centro de La Felguera. A veces hace falta poco: simplemente pintar las barandillas da otro aspecto al paseo fluvial en Sama. Y, por supuesto, hemos dedicado mucha atención y planes de empleo a los cementerios, que no habían recibido nada de dinero en la etapa anterior y estaban muy abandonados. Tenemos ocho en Langreo y cada uno de ellos merece respeto.

¿Sale, entonces, el concejo con fuerza después de la pandemia?

Lo que aprendimos en la pandemía es la importancia de lo local, de nuestro entorno inmediato, para que los vecinos y vecinas puedan tener calidad de vida, eso que a veces se llama una buena vida. Pero fue un aprendizaje muy duro. Ni Langreo ni su Ayuntamiento, ni ningún lugar de España, ninguna administración, estaban preparados para una situación que parecía inconcebible incluso a medida que se acercaba. Hubo que tomar muchas decisiones, incluidas unas cuantas muy difíciles, en muy poco tiempo. No había precedentes a los que agarrarse. Y el equipo de gobierno aún se estaba asentando, solo llevábamos unos pocos meses en el cargo. Y la oposición no arrimó el hombro, eso hay que decirlo. No recibí apenas apoyos, a diferencia de lo que observé en concejos vecinos, y sí trabas y críticas que iban de lo injustificado a lo disparatado. Las críticas, por cierto, siempre eran personales. Como si la pandemia solo hubiera existido en Langreo y por obra de la alcaldesa.

¿Lo haría de otra forma ahora?

Algunas cosas sí, claro, porque ahora tenemos ya la experiencia de la que todos carecíamos en la primavera de 2020. Pero, en conjunto, dimos una respuesta completa. Un premio del que estoy muy orgullosa es uno que no se dio ni a la Alcaldía ni al gobierno, sino a los Servicios Sociales del Ayuntamiento. La asociación profesional de las personas que trabajan en ese sector en Asturias se lo concedieron porque su trabajo durante la pandemia les pareció el más destacado en la comunidad autónoma. Pusimos en marcha un servicio de acompañamiento telefónico para las personas mayores que estaban solas. Otro servicio para llevarles a casa la compra, comidas preparadas o medicinas, según sus necesidades. Protección Civil, la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil llegaron a todas partes. Y hubo mucho más que servicios sociales, claro. Pusimos en marcha bonificaciones fiscales -en el agua, en las terrazas, en otros tributos- para los comercios, la hostelería y los autónomos que tuvieron que cerrar. Y creamos las tarjetas monedero para familias afectadas por ERTEs que solo podían gastarse en Langreo. Hicimos muchas cosas. Muchísimas. Y no estoy segura de que se hayan reconocido.

Un efecto insospechado de la pandemia fue poner al descubierto el potencial turístico de Langreo.

Bueno, nosotros ya llegamos al gobierno con la idea clara de sacar partido al potencial de nuestro concejo, que tiene unos recursos impresionantes en gastronomía, paisaje y patrimonio industrial y una situación estratégica en el centro de Asturias. Pero es cierto que la pandernia, por ese reflejo que antes comentábamos de apreciar lo cercano que nos ha inculcado a todos, ha ayudado a que aumente el interés. El Ecomuseo Minero del Valle de Samuño, nuestro buque insignia, batió en 2022 su récord de visitantes. Y ahora va a gestionarse de manera conjunta con el Museo de la Siderurgia, lo que esperamos que redunde en beneficios para las dos instalaciones. El festival de la fabada de La Felguera ha recibido su declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional. Y tenemos entre nuestros objetivos la potenciación de la Pinacoteca. Quedan tareas por acabar, pero las cosas se están moviendo en la dirección adecuada.

Ahora todo el mundo habla de turismo industrial.

Es cierto, el Principado acaba de crear su propia marca, llamada Naturaleza Minera. Hunosa, por su parte, lleva años promocionándolo. En general, hay actividad e interés por todo el país. Es lógico, porque hablamos de un segmento del mercado que, con un buen poder adquisitivo, que deja dinero en los destinos a los que va y que viaja durante todo el año. No es un fenómeno estacional. Y Langreo, desde luego, está muy bien preparado para posicionarse como uno de las grandes referencias nacionales Tenemos un patrimonio abundante y valioso. Excepcional, diría. De momento, el Plan de Excelencia Turísitica aprobado para la Mancomunidad del Valle del Nalón nos permitirá financiar la ampliación del Museo de la Siderurgia y acometer proyectos como la habilitación de dos playas fluviales en el río Nalón, una en Sama y otra en La Felguera.

Junto a esos avances, ¿pueden darse por desbloqueados los grandes proyectos que llevaban años atascados?

Es lo que todos deseamos. Y, con toda cautela, pero sin ese derrotismo en el que viven cómodamente instalados ciertos sectores de personas permanentemente disconformes con todo, creo que podemos ser optimistas. Tanto el Principado como el Adif se encuentran ya trabajando para culminar al fin el soterramiento, tanto en la obra que va bajo tierra con la losa que se urbanizará. Es un triunfo tardío, pero un triunfo. Es otro hecho que las obras del Palacio de Justicia crecen día a día en el barrio de La Nalona de Sama y que su apertura revitalizará una entrada a Sama que se había degradado.

Los accesos al futuro recinto ferial de los Talleres del Conde están avanzando y hay financiación revisada y nuevos plazos para la rehabilitación de las naves. Falta por concretar la ubicación exacta, pero el Gobierno de Asturias ya ha declarado que la futura lavandería industrial unificada para todos los hospitales públicos estará en Langreo y le reserva dinero en los presupuestos autonómicos. La primera fase de la descontaminación de los terrenos de Nitrastur, que afecta a cuatro hectáreas, terminó según lo previsto. Y vamos a tener el único centro de orientación e innovación para el empleo de Asturias, que será el único de la región, la referencia autonómica y parte de una red estatal. Es otro compromiso del Principado en el que ya se está trabajando. Hemos superado la parálisis y la colaboración entre las administraciones está funcionando. Así debe seguir siendo. Creo que, en estos años, el Ayuntamiento dejó de buscar las excusas para la confrontación que caracterizaron el mandato anterior, que fue el del enfado perpetuo. Nosotros somos más constructivos y tenemos mejor humor.