Los Servicios Sociales sirvieron casi 8.100 comidas preparadas a 203 personas en aquellos dos meses y medio y tramitaron 128 solicitudes de ayudas para vivienda y necesidades básicas.
Los profesionales de la coordinación sociosanitaria reunidos recientemente en el Centro de Referencia Estatal para Personas con Discapacidades Neurológicas (Credine) reconocieron con un premio entregado durante esa jornada técnica al Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Langreo por su trabajo para atender las necesidades derivadas de la primera ola de la pandemia de covid 19 y la situación creada por la declaración del primer estado de alarma y el confinamiento estricto de la población en la primavera de 2020.
Recogió el premio, consistente en una simbólica planta de bambú, la concejala de Servicios Sociales, Sara Fernández Braña, que elogió el «enorme trabajo de todos los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento en aquellas semanas tan difíciles para intentar no dejar a nadie atrás y para que la crisis sanitaria tuviera las mínimas consecuencias sociales posibles. Fue una época terrible, pero el servicio supo responder en un tiempo récord».
En los dos meses y medio que transcurrieron desde la declaración del estado de alarma el 14 de marzo hasta el ingreso en la nueva normalidad a comienzos de junio de 2020, los Servicios Sociales municipales adaptaron todos sus recursos a la gestión de la nueva situación para cubrir todas las necesidades de la población del municipio. Su principal preocupación, desde el primer momento, fue disminuir el impacto de la nueva situación sobre las personas más vulnerables. Para conseguirlo, el Ayuntamiento destinó 45.362 euros a financiar la entrega a domicilio de menús cocinados y otros 65.152 euros a financiar el pago de ayudas económicas de emergencia social para la cobertura de necesidades básicas y gastos de vivienda. En total, ambos capítulos sumaron más de 110.000 euros.
Llevar comida a personas mayores o dependientes, muy vulnerables ante la enfermedad, confinadas en sus casas y privadas de su red social de apoyos por las restricciones a la libertad de movimientos impuestas por el estado de alarma fue una de las primeras preocupaciones de los Servicios Sociales. Los primeros 50 menús se enviaron ya el día 18 de marzo a usuarios con una valoración técnica del personal del departamento. El número de beneficiarios empezó luego a aumentar de forma progresiva a medida que los Servicios Sociales detectaban nuevas situaciones de necesidad. Las dos principales vías para localizar esa demanda eran las llamadas directas de algunas personas (en ocasiones, a cargo de familias con menores) al Ayuntamiento para describir su situación y los problemas detectados a través de las llamadas a toda la población mayor de 70 años realizadas por una red de voluntarios puesta en marcha por el consistorio.
De esa manera, los Servicios Sociales coordinaron el envío de alimentos cocinados tanto a usuarios ya registrados con anterioridad en los servicios de teleasistencia y ayuda a domicilio como a todas las personas con necesidades sobrevenidas por el confinamiento. En poco menos de dos meses, entre el 18 de marzo y el 14 de mayo, se repartieron 8.096 menús a 203 personas distintas en todo el concejo. Mientras tanto, llegaban las solicitudes de ayudas de emergencia de personas que necesitaban cubrir sus necesidades. En aquellas semanas, las técnicas valoraron, tramitaron y resolvieron favorablemente 128 de ellas.
Además del reparto de comidas ya preparadas, los Servicios Sociales, con la ayuda de Protección Civil y la Policía Local, también coordinaron el reparto a domicilio de alimentos y medicinas a personas que no podían dejar sus casas para conseguirlos. Protección Civil atendió 331 servicios para llevar la compra a casa a personas mayores, dependientes o en cuarentena tras dar positivo en covid 19; repartió medicamentos entre esos colectivos; les acompañó a consultas médicas de atención primaria o especialistas; y asumió otras tareas domésticas, como ir a la lavandería o sacar la basura.
Además, los servicios sociales establecieron cauces de cooperación con las ONG del tercer sector bien implantadas y con arraigo social en el concejo para complementar la cobertura de las necesidades básicas para la dignidad de las personas mientras se tramitaban las ayudas municipales. La propagación de la epidemia hizo aumentar un 43% las solicitudes de aportaciones económicas de emergencia social en los cinco primeros meses de 2020 con respecto al mismo periodo de 2019.
El equipo del salario social también acometió el seguimiento telefónico de 156 familias beneficiarias para ayudar a los menores a presentar sus tareas escolares ante la suspensión de las clases presenciales. El equipo de intervención técnica de apoyo a la familia hizo una labor similar con otros 61 hogares.