Una solicitud de una subvención fue el primer documento firmado por la regidora de Langreo, «contenta y con algo de vértigo» en su estreno.
Una solicitud de una subvención para el impulso del asturiano es el primer documento oficial que lleva la firma de la socialista Carmen Arbesú como alcaldesa de Langreo. No fue el único. «Hay cosas que tenían que salir ya para tramitarlas en plazo; esto no puede parar», explicaba ayer la nueva regidora. La visita a los empleados municipales de las diferentes dependencias del Consistorio, las pruebas para la firma digital y la reorganización de los despachos vacíos para alojar a los concejales del nuevo gobierno local fueron otras de la tareas que coparon buena parte de la mañana en el Ayuntamiento.
El día comenzó como cualquier otro para Arbesú, natural de Lada y que actualmente reside en La Felguera. Se levantó, hizo la cama, se aseó, tomó un café rápido y cogió su coche para ir a Sama. Esta vez, sin embargo, el destino no era el despacho de abogados de la calle Dorado en el que trabaja, sino el despacho de la Alcaldía del Consistorio. También reconoce que durmió algo más inquieta y que se despertó antes de lo normal: «Estoy contenta y orgullosa porque nuestro trabajo se ha visto recompensado. Pero también debo decir que tengo algo de vértigo porque la responsabilidad es fuerte cuando quieres hacer las cosas bien, con seriedad, implicación y compromiso. como es el caso».
Arbesú, que fue edil en el pasado mandato municipal y en una primera etapa, entre 1999 y 2003, había pasado en varias ocasiones por la Alcaldía, aunque confiesa que la perspectiva cambia cuando se está al otro lado de la mesa. «Este es un lugar al que generalmente vienes a pedir cosas y ahora me toca estar en el otro lado, tratando de administrar todas esas peticiones», asegura Arbesú, casada y madre de dos hijos de 28 y 18 años que, según explica, han apoyado en todo momento su decisión de presentarse a la elecciones y asumir la Alcaldía.
El mensaje de WhatsApp enviado por su marido a media mañana para interesarse por cómo iba transcurriendo el primer día fue uno de los pocos que la nueva alcaldesa pudo contestar porque la actividad de la jornada fue frenética.
A falta de concretar las competencias de las diversas concejalías (el PSOE local celebró ayer una reunión para cerrar el organigrama), Carmen Arbesú ya adelantó en la mañana de ayer algunas de las parcelas que tendrá un especial protagonismo en el nuevo gobierno local. «Vamos a tener una concejalía de Empleo, Comercio y Desarrollo Industrial con verdadero peso específico, porque consideramos que es algo muy importante para el futuro de Langreo. Es cierto que ya existía hasta ahora, pero sin apenas contenido. Pretendemos que eso cambie a partir de ahora».
Una de la novedades será la creación de un «área específica» del colectivo LGTBI (Lesbianas, Gais, Transgénero, Bisexuales e Intersexuales) que incluya «actuaciones propias» con el objetivo de «dar un mayor impulso a estas políticas». También habrá un departamento dedicado a la Protección animal, «otro de los campos a los que queremos darle más valor», señaló Arbesú.
También indicó la regidora que «diálogo, cercanía y humildad» son las palabras en las que se «basará mi gestión». «Ofreceremos diálogo porque hasta ahora no lo ha habido, nosotros nos hemos sentido ninguneados durante todo el mandato anterior. Se puede llegar a acuerdos o no, pero lo primero es sentarse a hablar. Esperamos llegar a pactos puntuales con parte de la oposición y si, es posible, con toda». Y añadió: «Creo que la gente que me conoce sabe que soy una persona muy cercana. Muchos me dicen estos días eso de ‘que no te cambie el sillón’ y yo los miro extrañada porque voy a seguir siendo la misma. Algunos incluso se han sorprendido estos días cuando me veían ir a hacer la compra, ¿cómo no voy a ir?; seguiré llevando una vida normal».
Arbesú reconoce que hace un tiempo, cuando estaba al otro lado de la mesa, «nunca pensé que llegaría a ser alcaldesa de Langreo». Se equivocaba. La nueva regidora de Langreo ya se ha puesto a trabajar.